Por Neva Milicic, sicóloga.
La pregunta acerca de los riesgos y los beneficios de utilizar los premios como mecanismo educativo encierra una duda legítima, que muchos padres que están realmente preocupados por educar bien a sus hijos se han hecho en más de una ocasión.
¿Por qué debiera premiar a un niño por hacer algo que le corresponde hacer?
La respuesta es compleja y depende de las características del niño, pero un premio ocasionalmente no pareciera ser una actitud negativa.
No se trata de dar un gran premio por levantarse en la mañana y todas las mañanas, pero si cuando hace un esfuerzo mayor que lo habitual, reconocerlo a través de un estímulo puede hacer sentir al niño que lo que hace es valorado por sus padres.
Cuando usted prepara el desayuno, no espera un gran reconocimiento, pero sí al menos un gracias, o un comentario amable, como “rico te quedó”, que sea una señal que los demás se han dado cuenta del esfuerzo que ha puesto en prepararlo, sobre todo si se esmeró especialmente y…
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