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Actualidad: Los Niños que Roncan pueden Presentar Problemas de Conducta

Condición afecta a un 10% de los menores. Con el tiempo pueden desarrollar déficit atencional, hiperactividad e incluso bajan su rendimiento escolar, según revela un estudio publicado en la revista Pediatrics. 

Por Sebastián Urbina, El Mercurio.

Niños de tan sólo dos a tres años ya pueden ser roncadores. Así lo advierte un estudio publicado este lunes por la revista Pediatrics, donde se afirma que el 9% de los menores de esta edad son roncadores.

"Muchos niños roncan a menudo, pero cuando esto se extiende por varios meses no es normal", dice el autor del estudio y neuropsicólogo Dean Beebe, del Hospital de Niños de Cincinnati.

El problema es que muchas veces los padres ven en esta condición algo gracioso y no se preocupan.

"Muchos de estos casos corresponden a una apnea obstructiva del sueño, condición que le impide al niño tener un descanso reparador, ya que no hay una buena oxigenación del cerebro", explica el doctor Ignacio Tapia, profesor de pediatría de la Escuela de Medicina de la U. de Pensilvania.

Este especialista expuso en detalle sobre este tema en el IV Curso de Enfermedades Respiratorias Infantiles, realizado por la Clínica Alemana.

Afecta el Aprendizaje

Hasta ahora, nunca se había estudiado este problema en niños tan pequeños. "Con la mantención de la apnea y el paso del tiempo, ellos pueden desarrollar déficit atencional, hiperactividad y hasta presión arterial elevada", dice el doctor Tapia, quien trabaja en el Centro del Sueño del Hospital de Niños de Filadelfia.

"Se trata de niños que tienen un sueño inquieto, con múltiples cambios de posición, sudoración, que se orinan en la cama, lo que afecta su autoestima, los lleva a tener conductas agresivas y a bajar su rendimiento escolar", detalla el pediatra Selim Abara, del Centro de Trastornos del Sueño de Clínica Alemana.

Otro aspecto que destaca el autor del estudio es que al no tener un buen descanso, estos niños andan agotados y tienen menos tolerancia a la frustración, lo que los lleva a relacionarse de mala forma con sus pares.

Para el doctor Tapia, esta es una situación que debe llevar a los padres a consultar. "Mientras antes mejor, ya que hay exámenes que aclaran si estamos ante una apnea, la que puede tener distintos tratamientos", dice.

Lo más habitual en este caso es que las amígdalas estén aumentadas de tamaño, las que actúan como un tapón que impide al niño respirar con normalidad al dormir. En este caso se procede a extirparlas, lo que soluciona el problema. Otras veces puede haber una malformación que afecta la respiración, la cual también se puede corregir.

"También está el caso de los niños que son obesos y que, con sólo bajar unos kilos, se normaliza esta condición", concluye Tapia.

Un Problema que tiene Solución

La apnea obstructiva del sueño impide un buen descanso porque el niño sufre pequeños despertares a lo largo de la noche. Lo importante es que las causas de esto tienen fácil solución.

Por ejemplo, la operación en que se extirpan las amígdalas al niño soluciona el 60 al 70% de los casos. Los demás se superan bajando de peso, si el niño es obeso, o que el dentista expanda el paladar cuando éste es angosto.