Ir al contenido principal

Opinión: Valorar la Naturaleza

Por Neva Milicic, psicóloga

Nuestros niños, que viven muchas veces encerrados en barrios carentes de áreas verdes, tienen escaso contacto con la naturaleza y conocen muy poco de ella, lo que hace difícil que aprendan a valorar, querer y cuidar aquello que no conocen.

Poco a poco, se puede ir introduciendo a los niños en el mundo de la naturaleza; si en cada paseo aprende el nombre de un árbol, de un arbusto o de una planta; si sabe el nombre de los árboles o plantas que existen en su casa, irá aumentando su amor por la naturaleza.

Si ha plantado, cuidado y visto florecer un bulbo o una mata de tomates, habrá desarrollado competencias de cuidado de la naturaleza y estéticas, que harán parte de su acervo cultural y estará participando activamente del cuidado del medio ambiente.

En esta generación, hay muchos niños y adolescentes que se interesan por la naturaleza y por la ecología, y ello no es casual.

Existe hoy una conciencia creciente de la necesidad de cuidar el planeta en forma activa, y ya no se trata sólo de preservar el ambiente, sino de participar activamente en mejorarlo.

Las familias y los colegios que reciclan y buscan alternativas para disminuir el consumo de energía, están entregando un mensaje potente de cómo cuidar nuestro planeta.

El libro "Aventuras y orígenes de los pájaros", de Sonia Montecino y Catalina Infante, puede ser una buena herramienta para introducir a los niños en el cuidado de la fauna. El texto está orientado a relatar los mitos y leyendas chilenas en relación a los pájaros.

En la introducción, las autoras plantean: "Los pájaros no escaparon a la atención profunda de los aimaras, mapuches, rapanuí, selkman y a nosotros los mestizos chilenos. Quizás porque, como veremos en estos mitos, se nos parecen en sus dos pies y en su capacidad de volar (los humanos lo hacemos en la imaginación y en las máquinas); porque aman pueden ser vanidosos, libres y heroicos. De ida y vuelta, estos mitos nos obligan a escucharlos en clave de corazón abierto, porque quizás allí podamos encontrar los sonidos de nuestros antepasados y antepasadas, y aunque sea a vuelo de pájaro, rozar sus magníficos y profundos trinos, arroparnos con sus plumajes de colores y apoyarnos en su arrojo y afecto".

En este libro de leyendas de pájaros es posible reconocer una enorme variedad de ellos y hacer una conexión emocional con ese entorno.

Especialmente hermosa es la historia "Keskesen, el ave de la primavera", que narra la solidaridad entre dos madres pájaras que hacen posible la maternidad de una de ellas.

Favorecer el contacto de los niños y las niñas con la naturaleza, introducirlos de manera lúdica, por ejemplo buscando un nido y observando cómo las pajaritas buscan alimentos para sus crías, o cómo cuidar un pajarito que se ha caído del nido, hará parte de sus recuerdos de infancia, y lo harán una mejor persona.