Ir al contenido principal

Actualidad: Cómo Contestar a las Primeras Preguntas Financieras de sus Hijos

Por Carlos Oliva, El Mercurio.

Así sea a los cinco o diez años, no hay límites de edad que frenen las dudas de los más pequeños, sobre todo, cuando éstas tocan el ámbito de las finanzas familiares.

"¿Por qué mi amiga viaja en avión y nosotros no?" "¿Por qué ese mendigo pide dinero?" "¿Si ya no trabajas, no tendremos plata?".

Las preguntas financieras que hacen los niños son simples, según los expertos, pero ya encierran cierta profundidad.

"Los chicos suelen sentir curiosidad sobre el costo de lo que quieren o les intriga", dice Susan Beacham, quien fundó en 1999 Money Saving Generation, organismo enfocado en instruir prácticas de manejo monetario en los estudiantes de EE.UU.

A los tres años los pequeños ya han incorporado el concepto monetario en sus mentes, pero recién a los cinco "empiezan a entender la relación del dinero y el gasto", explica Paula Salamanca, sicóloga infantojuvenil de la Clínica Santa María.

Hay casos en que la dificultad para responder a estas preguntas tiene un trasfondo sicológico, cuando los padres no logran dedicar la atención necesaria a crear una relación potente con sus hijos o "contrarrestar los valores negativos que la sociedad le hace llegar sobre el dinero", dicen Eilen y Jon Gallo, en el libro "Los niños y el dinero: educar a los hijos en la responsabilidad".

Pero abordar estas preguntas no debería resultar engorroso, si los padres contestan con respuestas directas, además de ejemplos. Sobre todo, porque los menores suelen olvidar con facilidad lo que se les explica.

"Al final, los niños son generalmente más inteligentes de lo que uno cree. Sus preguntas son más simples y por eso puede ser abordada con un lenguaje sencillo y ejemplos", dice Alejandro Puente, ex docente y economista jefe de BBVA Research.

¿El cajero da plata gratis?

"Muchos niños en mi consulta me dicen que su papá tienen mucha plata, sólo porque va al cajero", recuerda Salamanca.

Por lo general, los hijos más pequeños tienen la idea de que un cajero automático es un instrumento mágico que permite sacar dinero de forma infinita.

No asocian la plata con el trabajo y en estos casos "uno debe decir que el dinero se gana trabajando y que se debe hacer un esfuerzo para tener las cosas", según el economista Alejandro Puente.

Una joven mamá nos cuenta su método: "Le explico a mi hija que esta caja conecta a otra caja mayor (el banco); así, cuando la caja grande no tiene dinero, la pequeña avisa que no se puede sacar más".

¿Para qué ahorramos?

La mayoría de los niños pide dinero sólo para comprar lo que quiere. Por eso, cuando se trata de la mesada, una edad prudente para entregarla es entre los ocho y nueve años, según la sicóloga de Clínica Alemana, Sonia Castro.

"El ahorro ha perdido protagonismo, por eso para enriquecerlo hace falta mayor conciencia y constancia por parte de los padres: deben estimularlo desde edad temprana, dándoles el ejemplo", observa Marina Tannenbaum, gerenta Comercial Masiva de Banco Estado.

Susan Beacham aconseja hacer una lista con lo que los niños quieren y, si es posible, dibujar con lápiz y papel el juguete por el cual se está ahorrando.

Libros y Blogs que Ayudan a Responder a los Niños

Diversos son los blogs y sitios enfocados en ayudar a los padres con estas preguntas. El blog (en inglés) de Susan Beacham (www.susanbeacham.com) es uno de ellos.

Aquí ella no sólo comenta y escribe columnas ligadas a las finanzas con los menores, sino también contesta las dudas de los usuarios.

El sitio www.thesimpledollar.com entrega tips y datos únicos al momento de pedir consejos financieros. Fue creado por el autor Trent Hamm, y aquí él habla de los errores financieros que ha cometido y sus moralejas.

En español, el libro "Los Niños y el Dinero", de Eilen Gallo y Jon Gallo (McGraw-Hill, a un precio de US$ 60 por Amazon), discute desde los diálogos monetarios entre hijos y padres, hasta la personalidad económica de estos últimos.

¿Por qué pide plata en la calle?

No es fácil para un menor enfrentarse a situaciones de pobreza, sobre todo cuando ésta llega de forma inesperada.

"¿Por qué ese señor pide dinero en la calle?" La sicóloga Sonia Castro indica que es importante explicar a los chicos que hay distintas clases sociales, "que hay gente más pobre que no ha tenido la suerte de estudiar", dice.

Para Víctor Valenzuela, la respuesta que él da a sus hijos es similar, pues está relacionada con el concepto de lo escaso de los recursos, recalcando la importancia del esfuerzo y estudiar para superarse.

Perdí el empleo: "¿Ya no hay dinero?

La pregunta siempre llega cuando uno de los padres pierde el trabajo: "¿Ya no tendremos dinero?" Hay que ser cuidadoso en explicar la situación, porque "la información que los padres deben darle a los niños debe ser de acuerdo a la edad de estos últimos", asevera el siquiatra infantil, Elías Arab, de Clínica Las Condes.

Lo ideal es contarle que el dinero no se acabará, pues hay ahorros detrás, y que no se dejará de comer ni se faltará al colegio por esta razón.

Lo más importante en estas situaciones es incluir a los niños en las decisiones importantes, asignarles deberes, como medirse con los gastos, o consultarles su opinión cuando la familia se ha reunido.

¿Por qué no me compras eso?

Los pequeños suelen encantarse con diversos juguetes que ven en su entorno. Y es a partir de estos deseos que surgen la mayoría de las preguntas de tipo monetario.

El economista de la UNAB Víctor Valenzuela afirma que no ha sido fácil para él decirles a sus hijos que el dinero tiene límites, sobre todo cuando se trata de juguetes.

"Uno intenta explicar que no se tienen recursos infinitos y que ese gasto proviene del sueldo. Trato de hablarles con la verdad".

Las respuestas honestas son una de las más avaladas por los expertos, quienes recomiendan que siempre se debe hablar con la verdad frente a los más chicos, por dura que resulte la realidad.

Según Paula Salamanca, es bueno frustrar a los niños de vez cuando: "en el supermercado, decirles que sólo se comprará carne, leche y otros alimentos. Nada de juguetes, porque sólo hay plata para las necesidades importantes".