Por César Antonio Campos, periodista Asociación de Padres.Ante la grave situación vivida en nuestro colegio, el padre rector, José Agustín Tapia, aclaró los detalles de la explosión de tres bombas de ruido en el tercer piso del Instituto.
Un inspector del ciclo mayor con un daño ocular y un alumno con un trauma auditivo, fue el resultado de esta incomprensible actitud.
A continuación reproducimos el comunicado que redactó nuestro Instituto a la comunidad escolar.
Señores Apoderados:
Saludamos cordialmente a todos ustedes.
De acuerdo a algunos hechos acontecidos en nuestro Colegio les expresamos lo siguiente:
1. El día martes 29 del presente alrededor de las 11:00 A.M. se encontraron tres botellas plásticas de 250 ml., que contenían componentes químicos que al detonar producen ruido y esparcen ácido. Esto aconteció en el tercer piso del establecimiento donde se encuentran las salas ocupadas por los estudiantes de Enseñanza Media.
2. Al detonar una de estas botellas afectó a un inspector de ese grupo quien recibió un impacto en un ojo produciéndole un daño leve en su córnea. Por prescripción médica quedó en observación por dos días y se encuentra en muy buenas condiciones. Igualmente, de acuerdo al informe de la familia, un estudiante de Tercer año medio tuvo un trauma acústico de carácter leve, según parte médico que no nos ha llegado. El alumno participó ayer miércoles normalmente en sus actividades escolares. Agradecemos a Dios que estos integrantes afectados de nuestra comunidad se encuentren sin mayores complicaciones.
3. Dejamos en claro que, conocido el hecho, el colegio recibió a la Fiscal de turno y al personal de Carabineros del sector, quienes adoptaron el procedimiento policial y legal correspondiente, solicitando al colegio el máximo de colaboración. De este modo aportamos con los datos necesarios para el bien de la investigación. Paralelamente a ella el colegio tiene la facultad para continuar con un procedimiento interno que ayudará al de la fiscalía. Para esto contamos desde ya con el aporte de toda la comunidad educativa.
4. Desmentimos categóricamente dichos que indican que los artefactos se construyeron en el laboratorio de Química. Manifestamos que los estudiantes que trabajan en él, siempre están acompañados por adultos profesionales, quienes tienen un control total del espacio pedagógico y de todo el material que ahí se almacena, para el desarrollo de las clases.
5. Confiamos en que estas acciones sean sólo una “broma” de estudiantes al término del primer semestre y no el deseo de dañar personas o a la institución.
6. Declaramos que este tipo de acciones irresponsables no las aceptamos ni las toleraremos. Si la investigación da resultados positivos, la Dirección tomará drásticas medidas.
7. Pedimos a todos los padres de familia que aconsejen, acompañen a sus hijos y controlen sus pertenencias. Además de darles a conocer las consecuencias que traen acciones irresponsables e inmaduras.
8. Esperamos la comprensión de toda nuestra comunidad sobre este hecho aislado que antes no había ocurrido en nuestro Instituto. Garantizamos que reforzaremos las medidas de seguridad y de control en nuestro colegio. Seguiremos esmerándonos con el fin de que nuestros alumnos estén en un lugar seguro y en un buen ambiente.
9. Por último, una vez más, expresamos el orgullo que sentimos por nuestros jóvenes estudiantes. Reconocemos en ellos sus valores y talentos. Un hecho aislado como el vivido el día martes no nublará la claridad de nuestro quehacer educativo.
Pedimos al Señor de la vida que bendiga a cada uno de los integrantes de la Comunidad Institutana.
Pbro. José Agustín Tapia R.
Rector
Santiago, 01 de julio de 2010.