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Actualidad: Por Qué las Vacaciones de Invierno Fortalecen a la Familia

Generar recuerdos en los niños. Ese es un buen objetivo para las vacaciones y realizar los últimos días una actividad que rompa la rutina es lo más recomendado.

Por Marcelo Córdova, La Tercera.

¿Que descansa? Claro. Que se repone de todos estos meses de trabajo, también. Que sirven para estar con los niños y para que ellos, a su vez, no pasen dos semanas reclamándole que están aburridos, obvio.

Las vacaciones de invierno son más que útiles para todo eso... Y para un detalle más, que, por si le interesa, no es menor: las vacaciones de invierno, para la familia, pueden llegar incluso a ser más beneficiosas que las de verano.

¿Suena medio antojadizo? No tanto. De hecho, si lo piensa bien, tiene una lógica irrebatible: el clima helado obliga a todo el mundo a quedarse dentro de la casa y eso le asegura convivencia obligada y, tarde o temprano, convivencia pacífica.

"La lluvia, el frío, la nieve invitan a realizar actividades más familiares que las que suelen hacerse en los días veraniegos", dice a La Tercera Jeroen Nawijn, experto en turismo de la Universidad de Breda (Holanda) y autor de un estudio con casi mil veraneantes que, además de dar cuenta de la conveniencia de salir con los hijos en el periodo invernal, habla de los beneficios de tomarse más de un receso en el año.

Para los especialistas, las ventajas del descanso familiar en la estación más fría del año y el beneficio de suspender la rutina laboral por períodos más cortos, pero más seguidos, está siendo confirmada en cada nuevo estudio que se publica.

Así, por ejemplo, resulta que la planificación de las vacaciones y no los días fuera de la oficina es lo que en realidad genera más satisfacción.

Además, se ha establecido que en el mejor de los casos, los efectos del descanso duran dos semanas y que una de las claves para disfrutarlo al máximo es la variedad de actividades.

Esto se suma a reportes que explican por qué es tan difícil despegarse del celular y el notebook y otros que refuerzan la idea de cómo este período no sólo beneficia los lazos familiares, sino que incluso el rendimiento de los menores en el colegio.

"LUNA DE MIEL FAMILIAR"

En Chile, tomarse una o dos semanas durante este mes no es una práctica tan habitual, sin embargo, se está haciendo poco a poco más frecuente.

Así lo confirma una encuesta de Laborum.com, en la que uno de cada cuatro empleados con trabajo estable piensa tomarse vacaciones este invierno.

Y aunque el porcentaje en principio no parece muy decidor, de acuerdo con los expertos, es una clara muestra de que está entrando en nuestra cultura.

"Teniendo en cuenta que éste no es el periodo en que comúnmente las personas se toman vacaciones, que un cuarto planee pedir por lo menos unos días durante el invierno es considerable, ya que da cuenta de que hay un cambio de tendencia", dice la gerenta general de Laborum.com, María Angélica Zulic.

De ese porcentaje, más de la mitad (55%) dice que la principal razón por la que se tomará vacaciones es para compartir con la familia.

Y esta necesidad de potenciar las relaciones familiares es, justamente, la que ha investigado Susan Krauss Withborne, sicóloga de la U. Massachusetts Amherst y quien explica esta idea a La Tercera.

"Pasar tiempo en familia dos veces al año, efectivamente refuerza sus relaciones. Aunque no todos pueden costear estas vacaciones (las de invierno), la gente que logra salir como familia se beneficia al conocerse mejor. Se podría considerar este período como una 'luna de miel familiar'", dice sobre el carácter intimista de este descanso que parte el año en dos.

Esta mirada es compartida por Verónica Bagladi, sicóloga y terapeuta familiar del Instituto Chileno de Sicoterapia Integrativa.

"Hay que considerar que las vacaciones de invierno son diferentes a las de verano; en general, las primeras están pensadas para los colegios e instituciones de educación superior, por lo tanto, apuntan a niños, adolescentes y jóvenes. Estos grupos etáreos son más activos y, en general, buscan descansar de lo habitual, por ello en las vacaciones suelen mezclarse actividades con tiempo de sueño y/u ocio, sobre todo para púberes y adolescentes".

CÓMO APROVECHARLAS

Pero una cosa es subir toda la familia al auto y partir, y otra distinta encontrar instancias que potencien la relación y tengan un propósito que vaya más allá del descanso y esa semana en particular.

De acuerdo con los especialistas, una buena manera es -si se puede- salir de los espacios habituales, es decir, viajar fuera de la ciudad.

Eso, dicen, le otorga un sentido de aventura cómplice, que redunda en que todos se hagan responsables del bienestar del grupo. Acá van algunas recomendaciones:

Involucrar a toda la familia: Según comentó al portal Webmd.com, William Coleman, profesor de pediatría del Centro de Desarrollo y Aprendizaje de la U. de Carolina del Norte (EE.UU.), si las actividades a realizar se discuten con respeto a las necesidades de todos, cada miembro aprende habilidades de negociación. Lo ideal es balancear días donde todo el grupo sale o se queda en la casa comiendo pizza, con al menos uno en que los padres salen solos.

Ser flexibles: Incluso los mejores planes pueden arruinarse, por lo que hay que aprender a adaptarse. Cheryl Hausman, directora médica del centro de cuidados primarios del Hospital Infantil de Filadelfia (EE.UU.) y hablándole al mismo sitio de internet, señala que para los "menores es una experiencia de aprendizaje maravillosa ver como sus padres manejan las vacaciones y los eventos inesperados".

Valorar el tiempo no programado: No hay mayor problema si la familia no logra ver todo lo que ofrece una ciudad o disfrutar de todos los juegos de un centro de entretenciones. El fin de las vacaciones es dejar que el día fluya y disfrutar de las demás personas, en lugar de ir chequeando tareas en una lista, explica Debbie Then, sicóloga social de Stanford en Webmd.com: "Al final del día los niños no recordarán todos los museos a los que fueron, pero sí la interacción con sus papás".

Tipos de actividades: Raúl Carvajal, sicólogo de Clínica Santa María, indica que algo muy importante es tomar contacto con la naturaleza caminando "por un parque o arrancarse por el día a la playa. La idea es salir de la lógica del cemento". Si está con niños, sirven los juegos de mesa, que permiten disfrutar y evitar los roces y el estrés, agrega haciendo referencia a estos días en que es muy probable que la lluvia impida a la familia salir del lugar en donde están pasando los días de descanso.

El zoológico para aprender: Se ha visto que tomar vacaciones familiares incide positivamente en el rendimiento escolar, especialmente en los más pequeños. Aquellos que visitan parques nacionales, van a un concierto o recorren un zoológico junto a sus padres muestran un desempeño significativamente mejor en áreas como matemática y lectura. "Entregar a los niños la experiencia de viajar expande sus horizontes y abre sus mentes al aprendizaje", dice Bill Norman, experto en marketing de turismo y líder del trabajo que analizó datos recopilados por el Departamento de Educación de Estados Unidos.

Hacer una cosa nueva: El efecto positivo de las vacaciones se maximiza si se mezclan actividades nuevas que rompan la rutina del descanso, dice a La Tercera la sicóloga Sonja Lyubomirsky, de la U. de California en Riverside (EE.UU.) y autora de varios estudios que muestran cómo una amplia gama de actividades es lo que genera más placer. En esos términos, interrumpir una semana en la playa con un viaje a la nieve marcará un hito en las vacaciones y será la actividad que más recordarán los niños al finalizar el período.

Trabajo en equipo: La cohesión familiar se pone a prueba en los días en que la familia está cara a cara las 24 horas. Para fortalecerla, dicen los especialistas, no hay que sobreprogramar actividades y sí hacer una en que todos queden en igualdad de condiciones. Eso genera sensación de unidad y potencia el "nosotros".

EL IMPACTO EN LA SALUD Y LA SENSACIÓN DE BIENESTAR

- Expertos de la U. Estatal de Nueva York y la U. de Pittsburgh siguieron a 12.000 hombres y determinaron que tomar hasta cinco períodos de vacaciones baja en 32% el riesgo de morir por cualquier causa.

- Otro estudio de Eaker Epidemiology Enterprises (EE.UU.) estableció que las mujeres que toman vacaciones al menos dos veces al año tienen 50% menos de posibilidades de desarrollar enfermedades coronarias.

- Los expertos israelíes Ariel Shirom y Stevan Hobfoll revelaron que tras cuatro a seis meses de duro trabajo, dos semanas de descanso son vitales para que el organismo recupere sus habilidades.

- De manera similar, expertos determinaron que el cuerpo de una persona comienza a colapsar tras cuatro a seis meses de trabajo, debido a la mala alimentación que impera en las oficinas.

- Investigadores de la U. de Breda (Holanda) establecieron que los días previos a las vacaciones son los que más elevan el buen ánimo. El fenómeno se extiende hasta ocho semanas antes de dejar la oficina.

- La U. de Canterbury (N. Zelandia) entrevistó a varios vacacionistas y estableció que quienes mezclaban más variedad de actividades se mostraban más felices que aquellos que holgazaneaban por horas.