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Actualidad: Adolescentes a Dieta y el Riesgo de Sobrepasar el Límite

Cada año, entre ellos circulan nuevas recetas para bajar de peso. Ahora es el agua en exceso, sólo un tipo de alimento por día y los laxantes. Estos son los riesgos.

Por S.U., J.A. y A.P, La Tercera.

Es la edad en que todo vale. Nada de pensarlo mucho, porque lo importante son los resultados: cómo bajar de peso urgente para poder abrocharse el pantalón favorito antes de esa fiesta del fin de semana. Dos kilos menos y seguro que lo logrará.

"Cuando tienes un cumpleaños de 18 o una fiesta importante, ahí sí: todas toman agua y comen ensalada, agua y ensalada, agua y ensalada… y bajas como tres kilos en una semana", dice Carolina, de cuarto medio del Colegio María Inmaculada.

Las estrategias se multiplican a esta edad en que cada año aparece una nueva dieta de moda: desde tomar infusiones o sopas todo el día para no sentir hambre, hasta comer sólo manzanas o, incluso, recurrir a los laxantes y diuréticos.

El problema es que hoy la evidencia alerta contra estos experimentos. Según los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos, las dietas más extremas suministran al día 800 calorías o menos, para lo cual recurren al agua en abundancia. Esto puede causar graves alteraciones al ritmo cardíaco con consecuencias fatales.

Algo que parecen no saber las compañeras de Andrea, también del María Inmaculada: "No se trata de comer tal o cual cosa. Es no comer. Todas toman agua todo el rato y en el invierno es café y cigarrillo. Lo típico es '¡ay, qué hambre!, me fumaría un cigarrillo'".

LABORATORIO ESCOLAR

El mundo de las dietas y "trucos" para adelgazar mantiene una variada oferta con su siempre cautivante promesa de bajar rápido de peso y sin recuperarlo.

Sus más fanáticos cultores son las adolescentes que, con facilidad, se contagian con el más reciente y extravagante menú.

Y los colegios son el campo de experimentación favorito, lejos de la mirada de la mayoría de los padres -que no están mirando con preocupación las dietas adolescentes- y con la complicidad de las compañeras.

Porque son ellas, finalmente, las que definen qué esta de moda a la hora de comer.

Casi todas las dietas adolescentes apuntan a la restricción de alimentos. "La mayoría desea tener una mejor figura corporal sin importar el método utilizado para alcanzarla, siempre que sea eficaz y rápido", explica Bernardita Prado, médico nutrióloga del Centro de Salud Adolescente de la Universidad de Chile, SerJoven.

Pero ¿qué se considera restrictiva a esta edad? Según los expertos, las adolescentes entre 14 y 18 años deberían consumir un mínimo de 1.800 calorías diarias para mantener su peso normal.

Bajo este límite se habla de dietas restrictivas, que practicadas durante poco tiempo para normalizar el peso, no tienen mayor peligro.

Pero si se prolongan, suponen un riesgo de salud muy superior a los beneficios que ofrecen.

"Con el tiempo producen sensación de fatiga, mareo, disminuyen los latidos del corazón, se detiene el crecimiento, la piel se seca, hay dificultad para concentrarse y memorizar y se puede interrumpir la menstruación", advierte la doctora Prado.

Un riesgo que no consideran las alumnas de segundo y tercero medio del Sagrados Corazones de Apoquindo.

Para ellas existe un test crucial: que no les entre la polera favorita. "Es cuando le dices chao al pan y a los chocolates y te pones a dieta", dice una de ellas. Para bajar de peso, incluso hacen ayuno un día entero.

"Las niñas no entienden que el remedio para no tener hambre es comer antes de sentirla. Nuestro cuerpo no está hecho para sufrir estas restricciones", dice Verónica Marín, nutrióloga de Clínica Alemana.

LAXANTES SIN RECETA

Para Francisca (14) hay otras alternativas: "Puedes tomar laxantes, que son baratos y se venden sin recetas. O te ayudas con té verde, té rojo o agua de cochayuyo".

Los especialistas coinciden en que el abuso de laxantes y diuréticos puede tener complicaciones graves.

Se altera el equilibrio de compuestos como el sodio y el potasio, lo que causa daño al riñón, hígado, calambres y arritmias cardíacas mortales.

Lo mismo vale para quienes sólo toman agua o infusiones. Según el orientador Roberto Cerda, de The English Institute, "hoy la moda del agua no es tan fuerte como hace tres años. Pero nunca optamos por quitarles las botellas, porque se genera la conducta inversa".

La estrategia es conversar sobre autocuidado a través de las diferentes asignaturas.

Otra moda fuerte es la que se orienta al consumo exclusivo de un alimento, pensando erróneamente que la monotonía tiende a disminuir el apetito.

Pero existe una salvedad, según la nutricionista de Clínica Santa María, Marcela Cosentino.

Es cuando las monodietas como la de la manzana, pera o cítricos se usan con fines higiénico-naturistas por no más de tres días cada dos meses, o bien un día a la semana.

Según ella, entre las dietas que han regresado destaca la llamada cetogénica, "que reduce los carbohidratos y produce una sobrecarga de proteínas".

Esto produce una deshidratación de la persona y las proteínas aumentadas elevan el riesgo de cálculos renales, "ya que el riñón se sobrecarga de productos que debe eliminar, como la urea", dice Cosentino.

También hay mal sabor de la boca, mal aliento, insomnio, constipación, porque no se consume fibra para una buena digestión, además de dolor de cabeza y debilidad general.

Según los especialistas, por la velocidad del crecimiento y los cambios hormonales, los adolescentes son los menos indicados para hacer dietas.

Deben tener una comida variada y balanceada, que garantice el consumo de nutrientes, vitaminas y minerales necesarios.

Y si es moderada, se asegurará un peso normal, sin hacer dieta.