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¿Por qué Mienten los Niños?

Por Neva Milicic, sicóloga.

Poder confiar en los hijos es de un valor incalculable, y hacer de ellos personas en las que se pueda confiar es uno de los objetivos educativos que la mayoría de las familias considera, y con razón.

Mentir u ocultar información es una estrategia que suelen usar los niños con bastante frecuencia cuando quieren conseguir algo de sus padres.

Por ejemplo, cuando Andrés le dice a su mamá tengo que hacer un trabajo de grupo y por lo tanto necesito ir a la casa de domingo; ella con buena fe acepta esta explicación de su hijo y le da el permiso.

Es normal que se sienta enojada, sorprendida y engañada cuando al llamarlo por teléfono, debido a que surgió un imprevisto, se entera que los niños no estaban haciendo trabajo alguno, sino que habían ido a cine con el papá de Domingo.

Obviamente cuando sucede un hecho como éste se produce un quiebre en la confianza de la madre en el niño, pero es importante, sin dejarlo pasar, actuar con serenidad y preguntarse qué puede haber llevado a Andrés a decir esa mentira.

Muchas veces, los niños mienten para evadir normas que ellos perciben como muy restrictivas.

En la situación relatada, Andrés no era un niño que mintiera habitualmente, pero su familia era inflexible ante los permisos en los días de semana, lo que él normalmente acataba sin reclamar, porque sabía que sus argumentos no serían escuchados, ya que su familia era bastante autoritaria.

Andrés, que era un niño poco popular, y con sentimientos de ser excluido por sus compañeros, recibió de Domingo una inusual invitación al cine, que era además uno de sus pasatiempos favoritos, y se inventó esta mentira de hacer un trabajo de grupo.

Es cierto que dijo una mentira, pero sería injusto, exagerado y peligroso concluir que era mentiroso y dejarlo etiquetado en esa categoría.

Las más de las veces, las mentiras son una señal poderosa de que algo no anda bien en la relación, o bien, el niño está teniendo un problema, como en este caso, en que sus necesidades están invisibilizadas.

Andrés necesitaba ser escuchado en sus demandas y entendido en sus problemas sociales, o quizás, en razón de su edad, era necesario flexibilizar un poco las normas.

No se trata de justificar la mentira, sino de entender por qué mienten y desde allí buscar la solución al problema.

Muchas veces, cuando hay padres muy castigadores, los niños mienten para evitar un castigo si han cometido un error.

En la etapa escolar, esconder o mentir sobre las notas es un tema recurrente. Cuando las exigencias son excesivas y exceden las capacidades de los niños, se cae con facilidad en la mentira, por temor a defraudar las expectativas de los padres.

Otra causa frecuente de las mentiras en los niños es el deseo de mejorar su imagen frente a los compañeros, por sentimientos de poca valoración personal.

Estas mentiras reflejan una sensación de inseguridad en sí mismo, que es igual o tanto más importante que la mentira que haya dicho el niño o la niña.

Frente a las mentiras, las preguntas que hay que formularse son ¿por qué habrá mentido? y ¿qué señal hay detrás de esa mentira?.