Esta escuela rural forjó una alianza con sus apoderados, en su mayoría obreros agrícolas y temporeras. En cada casa leen 10 minutos al día y ejercitan cálculos mentales con sus hijos. Hoy están a un paso de tener logros en el Simce comparables a los de los colegios privados.Por Manuel Fernández Bolvarán, El Mercurio.
Jorge Fuentes se concentra y su mamá, reloj en mano, empieza a mostrarle unas tarjetas que ella misma hizo. Siete más cuatro, cinco menos tres, tres más nueve... En menos de 90 segundos resuelve 48 ejercicios sin un solo error. Nada mal para un niño de 2° básico.
"También leo rápido, aprendí en kínder", dice, y su mamá, María Verónica Rubio, aporta datos: "Este malulo lee 82 palabras por minuto; en el colegio le piden 64". Ella y su marido están seguros de que los escasos $180 mil mensuales con que viven no impedirán que Jorge cumpla su sueño de ser veterinario.
Los Mejores
La razón de esa confianza está a pocos metros del sitio en el que viven junto a otras dos familias: la escuela rural Luis García de la Huerta, de Codao (VI Región).
Gratuito, sin jornada escolar completa, con una añosa infraestructura, 71,4% de alumnos vulnerables y 40 niños por sala, hoy es el colegio de mejores resultados Simce de la comuna de Peumo. Su promedio está apenas bajo el de los colegios privados.
"Tenemos pocos recursos, pero los aprovechamos al máximo", dice la directora, Ana Luisa Galarce. Cree que el éxito de la escuela se debe al modo de trabajo que vienen implementando desde 2006, con el respaldo de su sostenedora, la Sociedad Protectora de la Infancia: "Nos enfocamos en los aprendizajes, con metas claras y un trabajo en equipo y bien planificado".
Evitando pisar los charcos que la lluvia dejó en el patio de tierra, va mostrando cómo se plasma ese estilo en la práctica. En la sala de profesores, los docentes preparan el material didáctico que ocuparán en sus clases de hoy, que han sido planificadas con un mes de anticipación.
Al mismo tiempo, en la biblioteca, los niños de prekínder participan en una actividad sobre los animales, y pese a tener sólo cuatro años y nunca haber visto un león, levantan la mano animosamente para responder que el rey de la selva es "un mamífero carnívoro y vivíparo".
Un poco más allá, la educadora Sonia Díaz les pide a los párvulos de kínder que escriban su nombre. Todos lo hacen sin problema.
Alianza Eficaz
"Hemos puesto el énfasis en lenguaje, porque es la base para todo lo demás", explica la coordinadora académica Iris Fuentes. Por ello usan el método Matte para desarrollar la lectoescritura y adaptaron varios programas exitosos para el resto de los cursos.
Pero sus estrategias claves son los 10 minutos diarios de lectura al principio de la jornada y la alianza con los apoderados.
Deben leer todos los días 10 minutos con sus hijos, además de practicar cálculos mentales, como Jorge y su mamá.
"En el colegio nos dicen que sin los papás no son nada. Y es verdad, porque ellos no pueden estar vigilando que los niños hagan las tareas o que estudien", afirma María Verónica.
Claro que embarcar a los padres no ha sido fácil. Por eso publican los resultados de los niños en las pruebas de velocidad lectora que toman tres veces al año.
"Eso los incentivó. A nadie le gusta que su hijo salga último, y lo que les pedimos es algo muy sencillo", sostiene Galarce.
Esta alianza también se alimenta de información: los papás conocen el Simce del colegio, las metas que deben alcanzar sus hijos, y todos son invitados a los paseos culturales de la escuela.
"Es una oportunidad para que ellos también conozcan y se comprometan con el proceso", señala Hugo Osorio, coordinador administrativo.
Los resultados son elocuentes. En el test tomado este mes, el 86,8% de los alumnos de 4° básico logró una velocidad lectora aceptable, versus el 56% que lo lograba en mayo de 2006.
"Antes no todos los niños aprendían, y yo me atrasaba con los contenidos. Ahora nadie se queda sin hacer nada en clases, y tengo todo el año planificado. Es un desafío grande, pero en julio ya casi todos están leyendo", dice la profesora de 1° básico, Margarita Soto.
Con los resultados de su parte, ahora la escuela enfrenta un nuevo desafío. La Ley General de Educación acorta la básica de ocho a seis años, por lo que deberán escoger entre reducirse o abrir enseñanza media.
"Ésta es una oportunidad. En 2009 y 2010 vamos a ver cómo lo hacemos para ofrecer educación media técnico-profesional o científico-humanista", anuncia María Inés Ross, gerenta de Educación de la Protectora de la Infancia.
"Hoy lo que vale es el estudio. Ojalá que mis hijos sean más que yo, que no trabajen como obreros. El mayor dice que quiere ser médico y yo me siento orgulloso por eso". Arturo Fuentes Cabrera, apoderado de la escuela Luis García de la Huerta (Codao).
CLAVES DE UN PROYECTO LÍDER
LIDERAZGO CLARO
Uno de los cambios claves implantados en la escuela desde 2006 fue que, junto a la directora, surgieron las figuras del coordinador académico y administrativo, lo que ha permitido distribuir mejor las responsabilidades en el colegio.
SOSTENEDOR COMPROMETIDO
La Sociedad Protectora de la Infancia provee material educativo, evaluaciones periódicas y asesoría pedagógica. Además, dos asistentes ayudan a los profesores de 1° a 4° básico en diversos temas, como preparar guías y corregir pruebas.
ALIADOS CON LAS FAMILIAS
El colegio envía un boletín a las casas en las que se les informa cómo ayudar a sus hijos en los estudios y se les tiene al tanto de noticias, como sus resultados en el Simce o su incorporación a la Red de Escuelas Líderes.
EN CIFRAS
100% de los alumnos de la escuela siguen enseñanza media tras salir de 8°. La asistencia supera el 95% y apenas repite el 1%.
36 puntos sobre el promedio nacional saca la escuela en el Simce de Matemática de 4° básico. En Lenguaje, lo supera por 30 puntos.
Remando para el Mismo Lado
"Lo llamativo de esta escuela es que ahora sacamos buenos resultados con los mismos docentes de siempre. No había que cambiar la gente, sino el modo de trabajar".
ANA LUISA GALARCE
Directora
"Este colegio es mejor para surgir que los otros. Si hubiera ido a otra escuela de por acá, quizás no podría pensar en ir a la universidad".
JOEL PÉREZ
Alumno de 8° básico
"Acá los profesores exigen e incentivan a los chiquillos. Y los papás apoyamos desde la casa, porque sólo con lo que ven en la escuela no basta. Por eso salimos bien en el Simce".
XIMENA VERGARA
Apoderada