* En 2005, sólo el 54% asumía este rol de control paterno. Antes esta responsabilidad se ponía más en los canales y en el CNTV.
* Una causa de la mayor preocupación paterna podría ser la diversidad de los aparatos tecnológicos que usan los niños.
Por Carmen Rodríguez, El Mercurio.
Cada vez más, los padres están comprando aparatos tecnológicos para que los usen sus hijos. Y, a la vez, están tomando conciencia de la diversidad de contenidos a los que puedan tener acceso los niños.
Pero en vez de pedir ayuda a organismos externos para controlar esta situación, los padres se dan cuenta de que se trata de su propia responsabilidad. Así, al menos, se desprende de los resultados de la VI Encuesta Nacional de Televisión, realizada por Adimark GFK y el Consejo Nacional de Televisión (CNTV).
En 2005, sólo el 54% de los padres creía que era su responsabilidad evitar que sus niños vieran contenidos no aptos para ellos. En 2008, este grupo creció a 71,7%. Al revés, en 2005, el 24,4% creía que esto era una responsabilidad compartida con los canales de TV y el CNTV; ahora sólo el 12,3% piensa eso.
Los resultados de la VI Encuesta Nacional de Televisión muestran cómo se ha diversificado el consumo audiovisual de los niños. El porcentaje de niños (menores de 13) que ven televisión todos los días bajó de un 75% en 2005 a un 68% en 2008; pero el de los que usan el computador diariamente subió de 30% a 38%.
Asimismo, se observa un crecimiento explosivo de los equipos de DVD. Mientras en 2005, el 46% de los hogares contaba con estos reproductores; en 2008, los tiene el 77%.
Ambivalencia
"En un contexto tan multimedial, no se le puede estar pidiendo al Estado que se haga cargo de todo. Las personas parecen sentir que 'lo que pasa en mi casa es responsabilidad mía'", señala Enrique Vergara, investigador de la Facultad de Comunicación y Letras de la U. Diego Portales.
Él y la directora de la Escuela de Psicología del mismo plantel, Ana Vergara, están desarrollando una investigación Fondecyt llamada "Infancia, televisión y vida cotidiana", en la que observan lo que ocurre al interior de ocho hogares de distintos estratos socioeconómicos, que tienen niños de 10 y 11 años.
Allí han encontrado que los niños consumen televisión al mismo tiempo que usan el computador, chatean, hablan por celular y... ¡hacen las tareas!
Para María Dolores Souza, jefa de estudios del CNTV, la tendencia más notoria que arroja el estudio es "el creciente equipamiento tecnológico que están teniendo los hogares".
Frente a esto, ella percibe una cierta ambivalencia en los padres: "Están conscientes de los mayores riesgos que hay ahora, cuando los niños piden aparatos tecnológicos que ofrecen contenidos no sólo aptos para ellos. Saben que es difícil controlar este consumo pero, a la vez, les conceden este equipamiento a sus hijos, en la medida de sus posibilidades. Por eso, se sienten responsables de lo que están viendo los niños en las distintas pantallas", dice María Dolores.
La psicóloga Ana Vergara valora positivamente esta conducta en los padres. "Ellos perciben que dejar fuera de esta corriente a los hijos implica un costo muy alto. Se dan cuenta de que estamos en un mundo diferente y no quieren que sus hijos queden fuera. Al mismo tiempo, advierten los riesgo que esto conlleva".
Formas de control
De ahí que asuman su responsabilidad. Sin embargo, cuando en la encuesta se pregunta por las formas en que están haciendo este control, lo más mencionado es "dejarlos ver televisión hasta cierta hora" (ver infografía). Más abajo figura el "dejarlos ver sólo cierta cantidad de horas". Y mucho más abajo están "explicarles el contenido de los programas", "ver el programa en compañía de un adulto" o usar "control parental electrónico".
Para la neuropsiquiatra infantil Amanda Céspedes estos datos reflejan la "inconsistencia" de los progenitores. "Permiten la exposición abusiva de sus hijos a los medios, no les preocupan los contenidos, controlando sólo los horarios y número de horas". A su juicio, los niños están solos digiriendo lo que ven y "apenas un 5% está usando los recursos disponibles para regular los contenidos (dispositivos de control parental)".
Los investigadores de la UDP tienen una mirada más optimista. Según la observación que han hecho de los hogares de su estudio, "los niños suelen ver contenidos infantiles cuando están solos". Y cuando la madre o el adulto a cargo se ha desocupado de sus labores, "la televisión se ve en familia". Y lo que se consume entonces suelen ser teleseries nacionales y noticiarios.
Esto último lo explica Enrique Vergara: "A los padres les gusta que sus hijos vean algunos contenidos de realidad, para que se informen sobre ciertos peligros, como las drogas o los abusos. Perciben que sus hijos ya no pueden estar en una burbuja y que es mejor que conozcan ciertas realidades".
Pequeños tevitos
Una de las preguntas de la Encuesta del CNTV, aplicada a los hogares con niños pequeños, es: ¿Qué actividad realizaron ayer los menores de 2 años?
El 67% responde "jugar" y el 49%, "ver televisión". Más abajo, el 42% dijo "bailar o cantar", y el 32%, "escuchar música".
Para la neuropsiquiatra infantil Amanda Céspedes, es preocupante que en esa temprana etapa tantos niños estén expuestos a la TV, "lo cual es altamente nocivo desde el punto de vista del desarrollo neurobiológico".
PRESENCIA
84,6% de los padres encuestados asegura que en su hogar hay algún adulto controlando lo que los niños ven en TV.
* Una causa de la mayor preocupación paterna podría ser la diversidad de los aparatos tecnológicos que usan los niños.
Por Carmen Rodríguez, El Mercurio.
Cada vez más, los padres están comprando aparatos tecnológicos para que los usen sus hijos. Y, a la vez, están tomando conciencia de la diversidad de contenidos a los que puedan tener acceso los niños.
Pero en vez de pedir ayuda a organismos externos para controlar esta situación, los padres se dan cuenta de que se trata de su propia responsabilidad. Así, al menos, se desprende de los resultados de la VI Encuesta Nacional de Televisión, realizada por Adimark GFK y el Consejo Nacional de Televisión (CNTV).
En 2005, sólo el 54% de los padres creía que era su responsabilidad evitar que sus niños vieran contenidos no aptos para ellos. En 2008, este grupo creció a 71,7%. Al revés, en 2005, el 24,4% creía que esto era una responsabilidad compartida con los canales de TV y el CNTV; ahora sólo el 12,3% piensa eso.
Los resultados de la VI Encuesta Nacional de Televisión muestran cómo se ha diversificado el consumo audiovisual de los niños. El porcentaje de niños (menores de 13) que ven televisión todos los días bajó de un 75% en 2005 a un 68% en 2008; pero el de los que usan el computador diariamente subió de 30% a 38%.
Asimismo, se observa un crecimiento explosivo de los equipos de DVD. Mientras en 2005, el 46% de los hogares contaba con estos reproductores; en 2008, los tiene el 77%.
Ambivalencia
"En un contexto tan multimedial, no se le puede estar pidiendo al Estado que se haga cargo de todo. Las personas parecen sentir que 'lo que pasa en mi casa es responsabilidad mía'", señala Enrique Vergara, investigador de la Facultad de Comunicación y Letras de la U. Diego Portales.
Él y la directora de la Escuela de Psicología del mismo plantel, Ana Vergara, están desarrollando una investigación Fondecyt llamada "Infancia, televisión y vida cotidiana", en la que observan lo que ocurre al interior de ocho hogares de distintos estratos socioeconómicos, que tienen niños de 10 y 11 años.
Allí han encontrado que los niños consumen televisión al mismo tiempo que usan el computador, chatean, hablan por celular y... ¡hacen las tareas!
Para María Dolores Souza, jefa de estudios del CNTV, la tendencia más notoria que arroja el estudio es "el creciente equipamiento tecnológico que están teniendo los hogares".
Frente a esto, ella percibe una cierta ambivalencia en los padres: "Están conscientes de los mayores riesgos que hay ahora, cuando los niños piden aparatos tecnológicos que ofrecen contenidos no sólo aptos para ellos. Saben que es difícil controlar este consumo pero, a la vez, les conceden este equipamiento a sus hijos, en la medida de sus posibilidades. Por eso, se sienten responsables de lo que están viendo los niños en las distintas pantallas", dice María Dolores.
La psicóloga Ana Vergara valora positivamente esta conducta en los padres. "Ellos perciben que dejar fuera de esta corriente a los hijos implica un costo muy alto. Se dan cuenta de que estamos en un mundo diferente y no quieren que sus hijos queden fuera. Al mismo tiempo, advierten los riesgo que esto conlleva".
Formas de control
De ahí que asuman su responsabilidad. Sin embargo, cuando en la encuesta se pregunta por las formas en que están haciendo este control, lo más mencionado es "dejarlos ver televisión hasta cierta hora" (ver infografía). Más abajo figura el "dejarlos ver sólo cierta cantidad de horas". Y mucho más abajo están "explicarles el contenido de los programas", "ver el programa en compañía de un adulto" o usar "control parental electrónico".
Para la neuropsiquiatra infantil Amanda Céspedes estos datos reflejan la "inconsistencia" de los progenitores. "Permiten la exposición abusiva de sus hijos a los medios, no les preocupan los contenidos, controlando sólo los horarios y número de horas". A su juicio, los niños están solos digiriendo lo que ven y "apenas un 5% está usando los recursos disponibles para regular los contenidos (dispositivos de control parental)".
Los investigadores de la UDP tienen una mirada más optimista. Según la observación que han hecho de los hogares de su estudio, "los niños suelen ver contenidos infantiles cuando están solos". Y cuando la madre o el adulto a cargo se ha desocupado de sus labores, "la televisión se ve en familia". Y lo que se consume entonces suelen ser teleseries nacionales y noticiarios.
Esto último lo explica Enrique Vergara: "A los padres les gusta que sus hijos vean algunos contenidos de realidad, para que se informen sobre ciertos peligros, como las drogas o los abusos. Perciben que sus hijos ya no pueden estar en una burbuja y que es mejor que conozcan ciertas realidades".
Pequeños tevitos
Una de las preguntas de la Encuesta del CNTV, aplicada a los hogares con niños pequeños, es: ¿Qué actividad realizaron ayer los menores de 2 años?
El 67% responde "jugar" y el 49%, "ver televisión". Más abajo, el 42% dijo "bailar o cantar", y el 32%, "escuchar música".
Para la neuropsiquiatra infantil Amanda Céspedes, es preocupante que en esa temprana etapa tantos niños estén expuestos a la TV, "lo cual es altamente nocivo desde el punto de vista del desarrollo neurobiológico".
PRESENCIA
84,6% de los padres encuestados asegura que en su hogar hay algún adulto controlando lo que los niños ven en TV.